Soletanche Bachy France realiza las obras preparatorias para detectar y proteger las redes, una pantalla estanca y la reparación del camino de sirga.
Encargada en octubre de 1666 por Luis XIV en virtud de un edicto real y supervisada por Pierre-Paul Riquet, la construcción del «Canal Real de Languedoc» que une Toulouse con el mar Mediterráneo se llevó a cabo entre 1666 y 1681.
Aunque el rey lo autorizó, Riquet se negó utilizar la corvea real, que obligaba a los campesinos a trabajar gratuitamente en las tierras del Rey. Durante quince años, Riquet contrató a hombres y mujeres y los organizó en cuadrillas dirigidas por un coordinador general. La obra llegó a tener un máximo de 12.000 trabajadores. Esta racionalización del trabajo permitió optimizar las tareas y realizar varias obras al mismo tiempo. Todo el trabajo se hizo manualmente y el canal se excavó con pala y pico.
En 1789 los revolucionarios rebautizaron este canal excepcional considerado la mayor obra del siglo XVII, como el «Canal du Midi o del Mediodía».
El proyecto
Para subsanar las filtraciones que se venían produciendo en la ribera de Emborel en los últimos años, Voies Navigables de France puso en marcha un programa dirigido a remediar el problema de la erosión en el canal, que fue rellenado y compactado a mano hace más de 300 años.
El tramo de ribera, donde se ejecutarán las obras, mide 170 m y está situado a unos cientos de metros de la esclusa de Emborel, en el municipio de Avignonet-Lauragais.
La geología de la ribera se compone de arcilla y limo resultante de la desintegración de la roca cuando se excavó el canal. Estos rellenos cubren un sustrato de marga y caliza que se cree impermeable.
Tras una licitación, la agencia de Soletanche Bachy France Sud fue elegida por VNF y su director de obra EGIS para llevar a cabo todo el contrato: las obras preparatorias para detectar y proteger las redes, una pantalla estanca y la reparación del camino de sirga jalonado por plátanos, que ahora es una ruta verde frecuentada por ciclistas y excursionistas.
Para los equipos de SBF supuso un reto técnico, logístico y medioambiental. Sin embargo, gracias a una buena comprensión del proyecto y de sus retos, fue posible idear soluciones para cumplir los requisitos del proyecto:
Esta preservación del medio ambiente pasa también por la utilización de un cemento bajo en carbono del tipo CEM III/B, y un proceso de Soil Mixing que permite la reutilización del material in situ.
Una vez instalada la pantalla con Trenchmix®, se llevarán a cabo inspecciones para validar la eficacia del tratamiento contra las filtraciones en la ribera y en febrero se procederá a la restauración del camino de sirga.